¿Y tú quien eres?

jueves, 10 de mayo de 2007

Fuck me, fuck me

Estuvo genial. Esta semana volvi al antro --ya se imaginan cual-- y como a las 11 y media empezó a llegar gente y a calentarse, así que me fui atrás a ver que onda. En un minuto llegó un hombre que dijo tener 45 y que me empezó a cachondear en forma. Como no me latió mucho, estuve más bien pasivo, a ver qué onda. Pero no se me antojaba mucho. Le gustó lo que tocó, porque me preguntó si quería dárselas. Como niña tímida le dije que no, que quizá la próxima vez, cosa que no le convenció mucho. Pero al final conseguí despacharlo y me clavé a lo oscuro. La verdad, quería más dar que recibir. Y eso pasó, porque en dos minutos me encontré con unas ricas nalgas y me puse a 100. El tipo, rapado, traía un anillo y eso me excitó más. Sabía lo que quería, así que puso un poco de aceite, y este cachondeo desde atrás se hizo frenético. Dos o tres veces me tuve que apartar para no soltarle las lágrimas sobre la ropa. De paso, ya había más manos todo a nuestro alrededor, un ambientazo. Finalmente apareció el condón, y para adentro. No se me bajó en todo el rato, y le estuve dando y dando. Y de pronto escuché que decía en inglés "fuck me, fuck me", como en las películas. Me encantó y me dio risa, porque nosotros nunca decimos cógeme, cógeme; bueno, no es muy frecuente. Más bien escuchas o dices sí, sí, toda toda, papacito, chiquito, cosas así. Bueno, un asunto semántico. Pero finalmente él se vino, lo pude sentir, así que me salí y lo seguí a mano con muchos jadeos, como es mi estilo. Varios vecinos se dieron cuenta del momento y me ayudaron. Cuando salí a la luz, el gringo me dijo en un español arrastrado, que ojalá me hubiera divertido como él. Así que le dije que sí, y le hice una caricia. Y ya era como la una de la mañana, así que salude a Mike (juro que siempre me lavo las manos después de estas faenas, amigo) y me fui silbando bajito por Insurgentes. Todavía estaban las chicas en el negocio. Era una noche caliente, y la verdad, así, medio desnudos, se me volvieron a antojar. Pero será otra vez.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido desconocido, yo tambien suelo ir al bar es de insurgentes, y la verdad que comparto contigo las emociones, tratare de imagnar quien eres para ver si consigo seducirte, jaja, y me llamo Lucio

Anónimo dijo...

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