¿Y tú quien eres?

martes, 31 de julio de 2007

Los australianos lo hicieron de nuevo




Esto es de la marca Aussieboum. Vean nomás qué bonitas curvas. Si quieren saber más de esta marca de ropa interior, visiten http://www.aussiebum.com/

sábado, 21 de julio de 2007

miércoles, 18 de julio de 2007

Si volviera a ser joven otra vez





Vi estas fotografías en un banco de imágenes, y me dio nostalgia por la sensualidad y la cachondería que no tuve en mi juventud debido a los rigores de aquellos años y, también debo decirlo, a mi indecisión a la hora de elegir. No me arrepiento de haber llevado vida bisexual, con familia e hijos, pero también me hubiera gustado ser un homosexual pleno y pasarla a gusto con mis amigos. No sé como estaría ahora, que soy un hombre grande con uan vida hecha. La soledad puede ser cabrona. Pero vi estas fotos y se me hizo agua el corazón, la ternura; pienso en esos años que dediqué a estudiar, trabajar, ganarme la vida y ser independiente. Me duele y me enternece, me parece dulce y lejano, ya saben, una mezcla de cosas para pensar.




sábado, 14 de julio de 2007

El dulce placer de los saunas y vapores







Desde hace más de 25 años soy un aficionado a los saunas, baños turcos y baños de vapor húmedo. Empecé a frecuentarlos en Mixcoac, donde había uno sobre Revolución y otro todavia en Río Mixcoac. Eran bugas, pero nunca faltaba alguien que te viera con un interés especial, y en ocasiones me tocó ver escenas de faje rápido. Me encanta el espíritu sensual, la humedad caliente, la desnudez, ese desenfado de envolverse con la toalla y andar por ahí en silencio, sin nada que hacer, pensando y toqueteándose. Es una actividad placentera, varonil, individualista, relajada y reflexiva. Además, ahí es donde aprendes: ves hombres de todos los tipos, sin ningún atributo de poder, ni ropa ni relojes, solo con su cuerpo; con su barriga, sus cicatrices y sus vergas, chiquitas, medianas, grandes, cubiertas o circuncidadas, negras o rosaditas.



Después conocí los Mina, los Finisterre, los Ecuador, los San Juan y los Torreblanca, que estaban sobre Alvaro Obregón, donde ya hay departamentos. Ahora voy de vez en cuando a los Finisterre, aunque ya no hay mucha orgía en las salas, y la acción se ha vuelto individual y migró a los cuartitos. Pero en aquellos años se cogía y se chupaba en público, en dulce montón, sin ningún pudor. Nomás empezabas a acercarte al que tenías al lado o enfrente, te toqueteabas un poco, y en dos minutos se la estabas comiendo. Enseguida llegaban otros y se armaba la bola. Era delicioso. Una vez traté de entrar a unos baños en el eje Lázaro Cárdenas, pero el bañero me dio a entender que no querían personas grandes, sólo chavitos. Mala onda. Dicen que los domingos en la mañana y al mediodía se pone muy bien en los Finisterre, por los desvelados, pero esos días no puedo, ya saben, tengo esposa, hijos y hasta el súper. Procuraré darme una vuelta a los Mina un día de estos, a ver cómo está la cosa, y luego contarles. También hay noticias frescas en http://www.clandestinogay.com . En algunos baños, como los San Juan y los Señorial, en el centro, en los vapores individuales te pueden dar un masaje y luego darte una mamada o cogerte (creo que cobran unos 400 pesos, pero no estoy seguro). Yo, cada vez que veo un hombre envuelto en una toalla, me acuerdo y me excito. Es mi destino de cachondo sin remedio.

viernes, 13 de julio de 2007

Sobreviví a la Casita de Insurgentes


La cosa estuvo muy bien, movida y variada. Me entretuve un rato en la parte de adelante, no en las televisiones sino donde están los cuartitos oscuros. Como me tomé una pastilla estaba al palo en cinco minutos, así que encontré quien se sirviera, un muchacho más bien grueso que no quiso que lo tocara. Nomás me la estuvo mamando y manoseando hasta que hizo la pregunta clave, esa de "¿traes condón?" Condón y lubricante, faltaba más, así que repetí ese momento emocionante de romper el sobrecito, enfundarla y dejársela ir.
No sé si a los demás les pasa eso, pero el instante de cortar un condón es como cortar cartucho, ya sabes que es un camino abierto, un momento decisivo y culminante, que no hay marcha atrás. El efecto es mayor cuando lo hace el otro porque sé que ya es un hecho, que esa herramienta y ese látex son para mí, y que antes que me dé cuenta me la estará metiendo y me la voy a gozar. Mágico.
Después estuve tonteando un rato en la parte de atrás, y me senté en la salita a fumar y ver pasar a la gente (era mediados de semana como a las 8 de la noche y había poca, estudiantes y algunos trabajadores; ya saben, la gente del reventón llega ya noche y en la madrugada, y tienen un comportamiento muy diferente).
Finalmente, en algún momento me asomé al lugar ese que parece un clóset, en la habitación que está adelante de la escalera que baja a la "celda oscura". Había un señor ya grande fajándose a un chico como de 24 o 25 años, que estaba muy prendido con los pantalónes abajo. Ya saben que también es muy oscuro. Me exhibí en silencio y como tocaron duro me dejaron acercar, así que le caí a ambos pero sin interrumpir. Y hete aquí que (no sé si ya estaba adentro o llegó detrás mío) me abrazaron por atrás las manos de otro hombre como de 40, que ya traía el fierro de fuera y me quería para él. Seguí acariciando a los dos primeros y dejé que el otro me hiciera franela, pero luego me di la vuelta y se la estuve mamando durante un buen rato. La verdad es que la quería adentro, así que le volví a dar la espalda y seguí alentándolo mientras acariciaba a los otros. Me humedeció y me la metió con mucho cuidado, y todos se dieron cuenta que ya me tenía ensartado, así que el otro señor se movió tantito y me dio a mamar de la suya. Ya ven que uno se pone frenético con una verga en el recto, otra en la boca y otra en la mano (la del chico, que le gustó). Me estuvo cogiendo como 15 minutos, ya bien dilatado, y chupando dos vergas, y el hombrote me empujaba contra los dos otros, medio desnudos y sudados, y yo les metía mano como podía para no caerme. Un relajo. Cuando mi galanzote se vino (no me di mucha cuenta porque estaba muy excitado), todo le grupo se deshizo entre pantalones para arriba y miradas cómplices. En las películas los chavos se besan antes de despedirse, pero no en La Casita.
La Casita, les digo, no está muy limpia y muchas veces huele mal, pero como dicen en el Clandestino, sigue siendo un lugar único para coger. Ya no llevo nada de valor; a veces, cuando puedo, llevo una mochila con un cambio de ropa o unos pants; es que una vez me quité el pantalón para estar más cómodo con mi desconocido, luego se añadieron otros y cuando todo terminó mi panto no apareció por ningún lado. Fue un sainete. Otro día les cuento cuando perdí mi camisa en el cuarto oscuro del primer El Vaquero, que estaba en un pequeño centro comercial de Insurgentes, junto a la antigua tienda París-Londres. Si seré veterano, ¿no?).

martes, 10 de julio de 2007

Omar Bravo, el más guapo de la Selección
















No digo que sea el único, sino el más guapo. Y si no es el más guapo, entonces es el más lindo. Yo me pasaría a su cama nomás pensarlo.

Vivan los trajes de baño que nos dejan ver


No sé como se llama este modelo, guapísimo, trabajado y varonil. De lo que se trata, parece, es que en Europa se empiezan a usar trajes de baño pequeños, de telas delgadas y, como se ve aquí, que se transparentan cuando húmedas. Estos son de la marca australiana Aussiebum y se llamam Wonderjock. Los vi en onderwer.com, y estoy de acuerdo en que no se puede imaginar un traje de baño más sexy.

Qué bueno que empiezan con esto. La verdad es que estoy harto de ver hombres con trajes de baño pequeños y jóvenes con bermudas y shorts de surf holgados, pesados y largos a la rodilla. Para que van a la playa si no van a mostrar siquiera las piernas. Es la estúpida moda de los basquebolistas y futbolistas, que ya tendría que terminar. es una moda conservadora, ridícula, machista. Como si andar medio desnudos, con speedos y trajes de nada, fuese una cosa poco masculina. Queremos ver, todo lo que se pueda.

Ocurrió hace un par de años y no lo he vuelto a ver

Era martes o jueves, cuando el lugar está lleno a reventar. Llegó con traje y camisa pero sin corbata, pasó como una tromba a mi lado y se fue directo al cuarto oscuro. Junto a él, o cerca, iba un hombre alto y delgado de lentes. Me esperé un rato y fui a ver cómo estaba la cosa. Era salvaje. Estaba en el centro de la acción y, la verdad, se veía imponente. De por sí es alto y grande, muy blanco, casi rapado, y se veía que tenia controlada toda la situación. La iba de macho y tenía agarrado a uno que le estaba sirviendo. No pude resistirme así que me acerqué lo más que pude, y entonces me agarró con energía, me atrajo como a una palomita y me palpó mientras yo me dejaba. Creo que le gusté, porque se deshizo del otro chico, me dobló y me la metió en la boca. Se la estuve mamando no se cuánto, con una mezcla de orgullo y humillación que todavía no aclaré. Que me haya elegido, sí, y que me forzara a gozarlo sin darme ninguna alternativa. No tuvo, no senti que tuviera la más mínima ternura, siquiera un gesto. Iba a lo que iba, y yo se la estaba chupando porque él había decidido. Sé que muchos se quedaron impresionados por la escena, aunque dudo que supieran quién era. Es un hombre importante pero no público. Hubo otros que se acercaron y cuando pude zafarme me salí al aire porque quería verlo cuando regresara a la luz. Y así fue. Pasó por donde estaba y alcancé a mirarlo a la cara y decirle que le envidiaba la energía. Me reconoció, agradeció sin palabras y se fue con el otro flaco que supongo lo cuidaba. No volví a ver a este hombre, y es todo lo que diré.