¿Y tú quien eres?

martes, 12 de febrero de 2008

Ser gay no siempre es divertido







Los que vivimos en países más o menos desarrollados y plurales nos hemos quejado en muchas ocasiones sobre discriminación y malos tratos por ser gays o por ser muchas otras cosas, digo, por ser diferentes. Es que es más difícil luchar con un gigante que contra un prejuicio: gordos, bajos, flacos, panzones, mujeres, viejos, morenos, negros, orientales, judíos, lo que sea, rara vez pasan sus días sin sufrir algún menosprecio de los demás, que aunque parecen "mayoría" también pertenecen a otras minorías. Siempre he dicho que toda persona, aunque sea la más promedio o universal, pertenece a algunas minorías ahí de donde es oriunda o a otros lugares donde vaya a dar. Yo me sentí completamente minoritario y a la deriva, quizá la única vez en mi vida, cuando me fui a caminar solo por el centro de Shenzen, una ciudad de China donde me tocó ir por trabajo. Estaba en pleno centro, a tres cuadras del hotel, eran las 8 de la noche, y sentía que todos me miraban por ser caucásico. Seguramente lo hacían, aunque nunca vi un gesto agresivo o siquiera curioso.



Quizá el problema es que ahora todos nos hemos movido de nuestros lugares o hemos querido exhibir y compartir lo que somos y hacemos. Pero así somos y tardará mucho hasta que la gente aprenda que es innecesario, injusto e irrelevante juzgar a los demás en base a otro criterio que no sea la condición humana.


Pero pero. El problema está cuando se trata de entender y asumir los mandatos y las reglas en sociedades regidas por fundamentalismos políticos o religiosos, donde ser una minoría ya no es un problema individual sino una amenaza de muerte. Me dicen que en algunos países islámicos o musulmanes, la homosexualidad es un pecado grave, ni siquiera tolerado en la discresión de lo privado. Si te cachan o siquiera sospechan de ti, estás cocido. ¿Tenemos que aceptarlo así, porque así son ellos y así son sus reglas? Me dicen que en Irán y en Afganistán, en comunidades aisladas, en zonas rurales, han juzgado y matado a los homosexuales. Me suena terrible. No es que digas ah, en San Luis Potosí no hay mucha tolerancia, me voy a Guadalajara o a la ciudad de México y allá me puedo manifestar. No. Aquí es todo un país, y no es tan fácil que digas, ah, entonces me voy a Japón o a Australia, donde son más tolerantes. Muchos de esos gays asiáticos apenas si tienen para vivir, están metidos en comunidades cerradas, no tienen acceso o libertad para nada. No pueden escapar. Aun en México, en ciertas comunidades indígenas o campesinas, me han dicho que a los gays o a los travestidos los tratan con cierta simpatía, y si fuera el caso pueden moverse con cierto éxito a las ciudades. Pero si estás en el medio de una sociedad tan cerrada e intolerante como las que menciono, las cosas deben ser muy difíciles. Y no me resulta fácil aceptar que así debe ser, y decir que lo contrario sería construir un prejuicio "occidentalista" contra los islamistas. En fin. Les dejo el tema para reflexionar, y les acompaño una imagen que encontré por ahí, probablemente árabe u otomana. No puedo saber si es auténtica o simplemente la invención de un artista desocupado.


Si se interesan por este tema y quieren aprender más respecto de la historia de la homosexualidad, así como de la evolución de esta práctica en diferentes regiones del mundo (y el status legal en diferentes países), no dejen de ver la entrada "homosexuality" de la Wikipedia en inglés, aquí está la liga, donde también encontrarán algunas ilustraciones antiguas auténticas. Como la llamada Copa Warren, romana, que están en el British museum.

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