¿Y tú quien eres?

lunes, 9 de marzo de 2009

si te gustan los travestis, en la ciudad de México

Si te gustan los travestis, en la ciudad de México hay un montón. Cerca de donde tengo un amigo hay una especie de zona de tolerancia donde puedes verlso y contratarlos --son de paga-- desde las 9 de la noche y hasta tarde en la madrugada. Esto es en Nuevo León esquina con Bajío y Progreso, en la colonia Escandón, junto a una tienda Oxxo y unas palmeras. Ahí se paran, sobre Nuevo León y sobre Bajio, hasta la esquina de Insurgentes, donde hay una tienda de cámaras fotográficas. Quizá te cobran unos 500 o 600 pesos--prometo averiguar mejor-- por algo de sexo oral y una penetración. El hotel es aparte, y si no me equivoco van a hoteles por ahí cerca.
La verdad es que algunos de estos chicos (a mi me gusta verlos más como varones que como mujeres) están muy bien, con sus grandes senos, y sus anchas espaldas, vestidos con ropa muy sexy, bueno, algunos medio desnudos. La otra noche había uno con unos vaqueros muy bajos, y por encima le salian las tiritas de una tanga. Bueno, para suspirar. De veras una promesa de sexo ilimitado. Y además, con ese carácter o fuerza de los hombres, pero la disposición de las mujeres. Me imagino que la mayor parte de los clientes quieren estos travestis por el morbo, por lo sensuales que son, la fuerza, el carácter, porque tienen culo y pechos, pero también, quizá más secretamente, porque tienen una verga a la que pueden echar mano. Y no dudo que, si preguntara, muchos de estos clientes se portan como machines las primeras veces, y al final, cuanod se sienten en confianza, se dan la vuelta y piden una buena cogida, nomás para saber lo que se siente. Así que ya saben: Nuevo León y Bajío, en la Escandón, a dos cuadras de Insurgentes y Viaducto, y a espaldas del hotel Fiesta Inn azul que todos conocen.

Nota adicional. Una vez publicada esta nota, algún lector anónimo sugirió usar un sitio web de travestis mexicanos, donde entiendo que se pueden contratar servicios sin necesidad de ir a la calle y correr los riesgos inherentes. He suprimido ese comentario porque me pareció que era un anuncio y aquí no estamos en esas cosas, pero sí recojo la idea. No es seguro, les pueden robar, se pueden contagiar enfermedades, en fin, deben tener mucho cuidado si merodean por ahí. Sin duda este mundo de travestis callejeros es rudo y tiene sus bemoles; no son chicos de la caridad, muchos están en la droga, y sus clientes sin duda se exponen a extorsiones y encuentros inesperados con policías corruptos. Seguro que hay otras formas de coger con travestis, pero esa búsqueda debe hacerla cada quien según sus estilos y preferencias. Mis notas, en realidad, buscan llamar la atención sobre fenómenos de la lujuria urbana, pero igual sean cuidadosos que el mundo, todavía, no se va a acabar. Igual, a mí me gustó el espectáculo de ver a estos muchachos en la calle, medio desnudos, cachondos, listos para lo que se desee. Un espectáculo, si quieren verlo así.

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