¿Y tú quien eres?

domingo, 11 de mayo de 2008

Estuve con mi amigo Beto

En Buenos Aires me reencontré con mi amigo Beto, a quien hacía muchos años, pero de veras muchos, que no veía. Cuando fuimos jóvenes tuvimos una buena amistad, y creo que yo ya le había echado el ojo. Pero para mí no era el tiempo y además, él miraba a otro lado. Ahora es un hombre como un duende, con el cabello y la barba blanca, la piel rosada y un aire entre travieso y burlón. Nos pasamos la tarde en una zona comercial del barrio del Abasto, tomando café y riéndonos todo el tiempo de nuestras mutuas andanzas. Me la pasé muy divertido, me hizo mucho bien y me dieron ganas de darle un abrazo y un beso, pero no me animé. A media tarde nos tuvimos que ir, porque cada quien tenía otra cosa y no habíamos planeado nada especial. Pero no me hubiera disgustado quitarle la ropa a ver cómo se ve. Digo, yo tampoco soy un atleta. Su ventaja es que él tiene un superpegue con los jóvenes, y se los lleva a la cama sin decirles agua va. Me mostró en su celular las fotos de su última adquisición, un muchacho superhecho que cargaba un instrumento y hasta posó excitado para la posteridad.
Desde aquí le mando un abrazo y un beso a Beto, que se los debo.

1 comentario:

Beto dijo...

Hola. Soy Beto. Realmente disfruté nuestro encuentro. Por momentos volví a tener 16 años. Veo también que comprobaste lo que te dije de Magnus.