¿Y tú quien eres?

lunes, 12 de febrero de 2007

Nostalgia por los vapores de mi juventud

Antes del sida, antes de todo, antes incluso de que la homosexualidad se convirtiera en una cosa aceptada, los perdidos íbamos a coger y a reventarnos a los baños públicos, como los Ecuador, que eran sucios y fabulosos, los Torrenueva (ambos finados), los Finisterre y los Mina, que ya no son los de entonces, claro. Recuerdo los grupos que se armaban para mamar y coger, y meter mano a lo que fuera. Nadie miraba nada ni tenía demasiados escrúpulos por lo que agarraba con las manos, se llevaba a la boca o dejaba que le metieran por el culo. Era un frenesí de fantasía donde no importaban los colores de piel sino la verga, y donde se juntaban gordos y flaquitos, jóvenes y maduros. En el vapor general de los Finisterre, en la banca, pudieron juntarse seis o siete hombres alrededor de dos o tres que estaban en el agasajo. Todos contra todos. De pronto, llegaba alguien a romper la sintonía, encendía el vapor para asarnos, y todos nos íbamos hasta la próxima sesión. Y así te podías pasar toda la tarde. Claro, yo era un muchacho de 30 0 35, en la plenitud.
Ahora, con el condón y las actitudes mamonas, las cosas se han vuelto más distantes y la gente está entre selectiva y reprimida; como si en lugar de sexo clandestino buscaran un sueño. Te miran como si no supieran que, unos más, otros menos, todos vamos por lo mismo. En las zonas públicas ya no hay mucha acción abierta, quizá algunos toqueteos, y más bien se usan para ligar y llevarse alguien al cuartito. En los Finisterre todavía queda un poco de aquello, y a los Mina no he vuelto en años. Me va bien en los cuartitos, todavía, si me empalmo bien y aparece alguien con deseos. En fin, hay que dar gracias al Cielo por haber sobrevivido a esas orgías, y conservar el dulce sabor del sudor propio y el semen ajeno.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

me ofende y a la vez me exita la forma tan franca que tenes de decir las cosas, por su nombre y sin rodeos. Sos un tipo cabron y algo malvado, me parece, demasiado virir para ser gay. O eso parece.

Anónimo dijo...

Ya sabés que siento igual. Somos sobrevivientes. Vivimos la era pre-sida y la sobrevivimos. Gozamos la libertad y el desenfreno, pero pareciera que el precio fué demasiado alto, y lo están pagando las nuevas generaciones. Seguí contando...

Anónimo dijo...

hola gracias por tu blog
es el primer blog que encuentro que ofrece de forma franca y abierta lo que muchos de nosotros emos vivido, tienes razon de hablar de los sobrevivientes de la epoca de desenfreno de los 80s me encanto tu forma de escribir te dejo mi mail para que me contactes ya que me gustaria tener contacot contigo.
oxotaxista@hotmail.com
1000 gracias por tus comentarios

Anónimo dijo...

A mi también me pasa. Me ofende y me excita, pero sobre todo me excita. Para eso vivimos algunos de nosotros, que no llegamos a ricos o a famosos. Alberto