¿Y tú quien eres?

sábado, 14 de julio de 2007

El dulce placer de los saunas y vapores







Desde hace más de 25 años soy un aficionado a los saunas, baños turcos y baños de vapor húmedo. Empecé a frecuentarlos en Mixcoac, donde había uno sobre Revolución y otro todavia en Río Mixcoac. Eran bugas, pero nunca faltaba alguien que te viera con un interés especial, y en ocasiones me tocó ver escenas de faje rápido. Me encanta el espíritu sensual, la humedad caliente, la desnudez, ese desenfado de envolverse con la toalla y andar por ahí en silencio, sin nada que hacer, pensando y toqueteándose. Es una actividad placentera, varonil, individualista, relajada y reflexiva. Además, ahí es donde aprendes: ves hombres de todos los tipos, sin ningún atributo de poder, ni ropa ni relojes, solo con su cuerpo; con su barriga, sus cicatrices y sus vergas, chiquitas, medianas, grandes, cubiertas o circuncidadas, negras o rosaditas.



Después conocí los Mina, los Finisterre, los Ecuador, los San Juan y los Torreblanca, que estaban sobre Alvaro Obregón, donde ya hay departamentos. Ahora voy de vez en cuando a los Finisterre, aunque ya no hay mucha orgía en las salas, y la acción se ha vuelto individual y migró a los cuartitos. Pero en aquellos años se cogía y se chupaba en público, en dulce montón, sin ningún pudor. Nomás empezabas a acercarte al que tenías al lado o enfrente, te toqueteabas un poco, y en dos minutos se la estabas comiendo. Enseguida llegaban otros y se armaba la bola. Era delicioso. Una vez traté de entrar a unos baños en el eje Lázaro Cárdenas, pero el bañero me dio a entender que no querían personas grandes, sólo chavitos. Mala onda. Dicen que los domingos en la mañana y al mediodía se pone muy bien en los Finisterre, por los desvelados, pero esos días no puedo, ya saben, tengo esposa, hijos y hasta el súper. Procuraré darme una vuelta a los Mina un día de estos, a ver cómo está la cosa, y luego contarles. También hay noticias frescas en http://www.clandestinogay.com . En algunos baños, como los San Juan y los Señorial, en el centro, en los vapores individuales te pueden dar un masaje y luego darte una mamada o cogerte (creo que cobran unos 400 pesos, pero no estoy seguro). Yo, cada vez que veo un hombre envuelto en una toalla, me acuerdo y me excito. Es mi destino de cachondo sin remedio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se me antojo ir a un vapor, nunca he ido a uno